Poema dedicado después de un día de maravillosa convivencia en Orihuela, pueblo y alma de Miguel Hernández, donde lo homenajeamos el día 1º de mayo, en el año de su centenario. Allí nos encontramos muchos, ¡gracias Conde!
Se abrazaban los versos
con brazos de cordura
hechizando los hombros
de hombres sin almadura
azuzando el espejo
instantánea locura
al observarse añejo
robando nuestra frescura
palpando estoy la tecla
rozando conjeturas
contemplando de cerca
la estampa de un “sin duda”
todo tiene un porqué
y una flor, María José
-Condevolney 04-05-2010-
Sin esa flor difícilmente hubiera florecido la amistad, gracias a ti amiga por regalarme tantos momentos de luz y paz siempre que nos vemos... tengo ganitas de volver a tener una nueva oportunidad.
ResponderEliminarBesos.