domingo, 17 de abril de 2016

Hablando de arte.

El arte no debe tener una función pedagógica, el usuario de producto artístico no debería asistir a ninguna sesión de formación para acceder a él.

Soy de la opinión de que el arte se debe explicar por sí mismo, porque en realidad no se trata de comprender o de adquirir conocimientos al observar  o contemplar la obra artística, sea esta de la disciplina que sea. El arte se debe sentir. Por supuesto que la educación del observador influye en su percepción pero, insisto, debemos ser capaces de hacer llegar a cada receptor una emoción o producir una reacción en algún punto de su sentido estético.

"El arte es expresión de uno mismo y para uno mismo como único observador"... He oído decir esto y lo considero real, pero sólo en el preciso momento de la creación, ese momento íntimo corresponde al artista, que es el único lector-observador, consumidor, de ese instante mágico en que descubrimos la obra finalizada.

Cuando la obra madura como objeto terminado y el artista se distancia de ella, necesita del observador, el artista necesita de los otros para completarla como expresión, necesita conocer la reacción de los demás .

De forma que el enunciado anterior se transforma en una postura que se suele adoptar como la máscara de la independencia estética. Sin embargo, todos queremos gustar en lo que somos y lo que hacemos.... en el mejor sentido de la expresión.

Si el artista se basta consigo mismo en su "torre de marfil".... ¿Cuál sería el sentido de exponer pinturas, esculturas o cine, publicar libros, escribir y dibujar cómics? ¿Cuál sería el sentido de un actor sin público?

M.J.

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