Estas ahí y no te veo,
existes en otra dimensión.
Te siento, te pienso.
Pero no eres real.
Sólo un espejismo
de piel y deseo.
Unos ojos que llaman,
ven, y voy
pero ya no estás.
Un instante suspendido.
Nada más.
Imagen tomada de internet.
https://www.francponti.com/en/el-diamante-del-deseo/
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