Es difícil ser una hormiga, trabajo duro para un ser pequeño, pero una hormiga es infatigable.
Dentro de un hormiguero hay diferencias pero, una hormiga es una hormiga. La percepción del mundo a ras de suelo, pero siempre con la mirada puesta en un objetivo concreto, marca la vida aunque llevada por el trabajo cotidiano e incesante eres ignorante de la condición con la que naciste.
Una hormiga, eres eso tan sólo, una minúscula unidad más en el masivo refrendo del hormiguero.
Lo mejor de ser una hormiga es que todas las hormigas tenemos una única y última función social, una función específica, una búsqueda concreta y un fin común.

No hay comentarios:
Publicar un comentario